miércoles, 31 de diciembre de 2014

Chau 2014, hola 2015

No sé cuál es el motivo que me lleva a que cada vez que termina un año me ponga a reflexionar sobre él, quizás sea un modo de hacer catarsis y darme cuenta de que no era todo tan malo como parecía. Quizás es un modo de recordar lo que sucedió, de ver qué cosas me hicieron bien y que otras me hicieron mal, que aprendí y que necesito mejorar para crecer yo y estar bien con los demás.

Supongo que cuando una se pone a pensar en este tipo de cosas empieza por lo más importante pero como yo soy una persona que suele ir contra la corriente voy a ir por lo menos, lo que no implica que no haya sido bueno.

De por sí, el 2014 representó mi último año universitario, sí último año por que en 2015 sólo me quedará un cuatrimestre, algunos finales y la tesis. Increíble, ¿no? Nunca, nadie jamás sabrá cuánto yo deseo terminar la facultad!

Además, siento que este año crecí todo lo que no había crecido en cuanto a conocimientos, tuve muchas materias prácticas que me sirvieron para afirmar el camino que quiero seguir el día que obtenga mi título. Descubrí que soy más o menos buena para algo  y que con práctica puedo mejorar, (mi papá diría: “todo es cuestión de práctica”) yo misma noté mis progresos y eso me motiva a seguir adelante.

Obviamente no todo es color de rosas me quedaron tres finales pendientes que sé que me van a joder la vida y la conciencia de acá hasta que los dé, pero tengo la energía positiva suficiente y la voluntad de estudiar para aprobarlos todos.

Este 2014 me deja mucha experiencia para seguir haciendo lo que me gusta, que es el periodismo, que son los deportes, que es escribir… Porque empecé escribiendo cosas para la facu que nadie leía, después pasé a escribir en RDLT, que me abrió las puertas para meterme en el mundo del fútbol y siguiendo al club que amo. Con información que tiene cierto alcance, obviamente no somos Olé pero así y todo la gente nos acompaña. Además tengo mi propio espacio, cosa que al principio no creí merecer ni creí ser capaz de poder hacerlo bien, pero el tiempo y unas pocas  personas  que siempre están ahí para alentarme, me sobran los dedos de una mano para contarlas, me dieron la confianza necesaria para dar el primer paso y saber que podía hacerlo, para tener confianza en mí misma y demostrarme que puedo. Entonces a ellas estoy agradecida profundamente,  me empujaron a saltar sin mirar el precipicio, me empujaron a saltar y a darme cuenta que iban a estar ahí acompañándome de algún modo, incluso aunque no las tuviera al lado mío físicamente, incluso aunque  estuviéramos cerca, incluso aunque nos separen horas y kilómetros de distancia.

El 2014 me deja personas que no voy a olvidar, gente hermosa que tuve el placer de conocer, gente que me siguió acompañando y gente que seguirá haciéndolo. Me deja amigos nuevos, amigos viejos y esas caras conocidas que me encanta que la vida me haga cruzarlas una y otra vez por distintos motivos, más no sea para darnos un abrazo y preguntarnos: “¿Qué es de tu vida tanto tiempo?”.
Me deja un grupo humano precioso que conocí dentro de RDLT, me deja al chico que se convirtió en mi amor, aunque no me entienda porque soy rara, aunque nos peleemos, aunque estemos lejos, aunque todavía no sea mi novio, es mi AMOR.

Creo que si me pongo a pensar en todo, lo más importante que me deja este año es ÉL. El haberlo conocido, el saber que rara y todo me quiere,  el hacerme perder algunos de mis miedos, creo que ese fue su mayor mérito y por eso siempre se lo agradecí. Porque no creí nuca volver a ser capaz de querer a alguien como lo empecé queriendo a él, porque no creí terminar amándolo de la forma en que lo hago, aun sabiendo que nos separan 800km y la incertidumbre del futuro. Sin dudas fue lo mejor de mí año aunque sin dudas él no se lo imagina. Creo que es porque nunca pude decirle lo importante que él se terminó convirtiendo para mi, porque creo que a veces duda de mi amor, porque a veces no puedo salir de mi caparazón que me hace ser una chica dura que no muestra sus sentimientos. Esa misma chica que al principio no quería amarlo porque tenía miedo y que después terminó dándose cuenta que no había forma de no amarlo, era inevitable.

Todas esas horas que pasamos juntos desde la primera a la última vez que lo vi. Todos esos besos que nos dimos, del primero al último, y los que no nos dimos también. Las cientos y cientos de horas de charlas por mensajes, los deseos cumplidos y los que quedan por cumplir. Los sueños compartidos, los enojos y los caprichos, las reconciliaciones y los “no te entiendo” mutuos, los celos de ambos aunque yo a veces no los demuestre porque creo que no tengo derecho a estar celosa porque soy yo la que no aceptó su propuesta, porque siempre me arrepiento de lo que no hago, por eso me arrepentí de no haberle respondido cuando me pidió que fuera su novia y no fue porque no quería, fue porque no me lo esperaba, porque nuestra relación no venía bien y yo iba pensando en que podía llegar a decirme cualquier otra cosa pero jamás que fuera su novia y hasta el día de hoy me lamento. Pero como me dijo después, "el tren pasa una sola vez”. Yo espero que el mio con él vuelva a pasar y esta vez no lo voy a perder. 

Jamás creí que me iba a suceder a mí.  Por fin lo puedo sentir, te conozco y te reconozco que por fin sé lo que es vivir con un suspiro en el pecho, con cosquillas por dentro...
Y por fin sé por qué estoy así.
Tú me has hecho mejor, mejor de lo que era... Y entregaría mi voz a cambio de una vida entera.
Tú me has hecho entender que aquí nada es eterno, Pero tu piel y mi piel pueden detener el tiempo.
No he parado de pensar hasta dónde soy capaz de llegar, ya que mi vida está en tus manos y en tu boca.
Me he convertido en lo que nunca imaginé…

No hay comentarios:

Publicar un comentario