Fue increíble (en el mal sentido que se le puede dar a la palabra, si es que es posible) que me hubiera hecho llorar. Jamas pero jamas pensé que derramaría una sola lagrima por él sin embargo en el mismo momento en que termine de leer el mail que me había mandado ellas comenzaron a estallar de mis ojos.
No esperaba recibir un mensaje de él, últimamente no estábamos hablando tan seguido como siempre pero dentro de todo nos encontrábamos bastante conectados.
Me escribía para darme explicaciones de por que no estábamos hablando tan seguido, para hablarme sobre su situación y algunas cosas mas de su vida familiar. Todas cosas que, al principio, mientras leia todas esas palabras juntas no tenían sentido, no entendía por que debía rendirme cuentas a mi si yo no era nadie para pedirle explicaciones y, además, tampoco se las estaba pidiendo. Evidentemente el sentía que estaba en deuda con migo o que por lo menos yo merecía conocer los argumentos que él tenía para ofrecerme sobre su "ausencia" en ese último tiempo.
El problema no fue todo lo que decía en el mail sino mi reacción...Una reacción tan simple y tan humana como llorar. Llorar por lo que me escribía, por la sensaciones que me generaban sus palabras, por las interpretaciones que yo hacia de ellas y por la tristeza que me provocaba que me estuviera escribiendo de ese modo.
Perfectamente el sabía que yo tenia ganas de verlo, mil y una vez se lo había hecho saber, solamente para pasar el rato, por que me hacía bien (¿o me hace? aun no logro definir eso) pasar tiempo con él. Siento que puedo liberarme, ser yo misma que el no me va a juzgar por nada que yo diga o piense, simplemente me acepta como soy. Incluso me hizo entender que él lo sabía y por eso se disculpaba, sostenía que no tenía tiempo para nada, ni nadie ( que incluso su novia lo reclamaba, poco me importa lo que ella haga) que andaba con problemas y que su situación no era la ideal, sumado a la presión a la que él mismo se somete para terminar cuanto antes la carrera, afortunadamente eso pasaría este año.
La verdad es que yo comprendía el hecho de que me dijera que no tenia tiempo, que estaba con problemas y demás, el asunto era que yo sentía que me estaba pidiendo que desapareciera de su vida y por ende el me pedía permiso para desaparecer de la mía, era como si quisiera pedirme que me olvidara de su existencia y su amistad que tanto bien me hacia y que aparentemente él no veía.
Debo admitir que ese día estuve bastante mal, en realidad me tuvo bastante mal durante unos cuantos días, incluso cuando se suponía que la situación y el asunto ya estaban solucionados.
Lógicamente le respondí, no le dije que había llorado pero supongo que por mis palabras intuyó algo de eso o por lo menos entendió que algo no estaba bien. Tengo que confesar, también, que incluso antes de recibir su mail había pensado varias veces en escribirle por que necesitaba que me ayudara con un par de cosas de la facu, es más, aún sigo necesitando su ayuda pero no me atrevo a escribirle para pedirle que me de una mano pero como no me queda otra opción se que tarde o temprano voy a terminar haciéndolo.
Ni bien le respondí el mail, casi ocho horas después de haberlo leído a la mañana temprano, me escribió al celular. Me pregunto cómo habrán sonado mis palabras para que lo hiciera con tanta urgencia, posiblemente como las de una loca o desesperada.
Me preguntó si todo estaba bien, él sabía que no, intento que le explicara cual era mi situación pero no hubo caso, a veces no soy tan fácil y suelo ser bastante dura con mis propios sentimientos, así que solo se resigno a interpretar lo que decían y no decían las palabras. Siempre fue bueno para eso.
Creo que de hecho lo entendió bien sólo que no se atrevía a decírmelo, leyendo a la distancia yo hubiera interpretado lo mismo. Mi mensaje tenía un tono bastante desesperado, casi que estaba confesándole que estaba enamorada de él y podría aventurarme a decir, que lo amaba (es demasiado grande ese término pero decir que lo quería es algo que ya está en claro, es sabido y se lo dije cientos de veces).
Dio vueltas y vueltas, tratando de sacarme algo de eso pero no pudo así que optó por cambiar de tema y preguntarme en que podía ayudarme para mi trabajo de la facultad, claramente era mucho más fácil hablar de eso que esperar a que yo revelara mis sentimientos...
Desde entonces si bien no pasó mucho tiempo no volvimos a comunicarnos, no voy a negar que lo extraño y mucho, que millones de veces me dan ganas de escribirle sólo para hablar un rato o saber cómo está. Obivmaente no lo hago y no creo hacerlo hasta que él no me escriba primero, de lo contrario supongo que nos iremos olvidando mutuamente de nuestras respectivas existencias. (Ojalá que eso no suceda...)
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