Finalmente el día, el partido tan esperado llegó. El reloj marcó las 19:15 y la banda roja que nos cruza el alma salió a la cancha, contra el verdugo que nos condenó a una temporada en la "B Nacional", parecía apropósito pero sí otra vez Belgrano juga en un Monumental a pleno, pero esta vez el día del regreso.
Lamentablemente el resultado fue el mismo si bien hubo un solo gol de diferencia, una vez más hubo penales errados, los palos nos sacaron todo afuera y Belgrano lastimó cuando tenía que hacerlo (en los últimos minutos del primer tiempo, 43', y en el inicio del segundo 1'). Nuevamente estabamos abajo y nadie lo podía creer todos los hinchas de River nos sentiamos nuevamente en una pesadilla, si bien esta vez el partido no decretaría ninguna permanencia era fundamental para los del Almeyda comenzar ganando por lo anímico y lo futbolísitico.
No puedo explicar el nervisismo que me embargó durante todo el día, el cual aumentaba conforme se acercaba el horario del juego. Mi corazón palpitaba a mil por hora cuando vi salir el equipo a la cancha y debo confesar que tambien alguna que otra lagrima nació de mis ojos.
El partido fue muy intenso y por momentos se vivió con bastante nerviosismo River no pudo ligar demasiado ya que desperdició oportunidades que se le presntaron favorables con remates en los palos y fundamentalmente el penal errado por Rogelio Funes Mori (por arriba del travesaño) luego de la falta cometida por el arquero Celeste que una vez errado el penal vió la tarjeta roja dejando al equipo con diez, por festejar desmedidamente,y sin cambios llevando a que un jugador de campo se ponga los guantes.uan Martín ocupó el lugar bajo los tres palos. El delantero se calzó los
guantes en lo que quedó del partido, que terminó en nueva victoria para
el Pirata.
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