Yo siempre pensé que lo nuestro iba a ser eterno, nunca quise tener
hijos y lo sigo sosteniendo, pero me gustaba pensar que iban a tener tus
ojos marrones, tú sonrisa con los dientes todos juntitos y que iban a
hablar con tu tonada cordobesa.
Pero ahora que todo se terminó, me doy cuenta que sólo fue un sueño
hermoso, un deseo del inconsciente que se manifestaba de una forma
maravillosa con tu sola presencia.
Me cuesta creer la naturalidad con la que puedo decir "que todo se
terminó" con vos sin que me duela. Siempre creí que lo nuestro iba a
transpasar cualquier frontera. Que no iba a importar que vos estuvieras
en Córdoba y yo en Buenos Aires, siempre íbamos a estar juntos pese a
todo, incluso las peleas y los meses sin vernos.
Pero evidentemente nuestro amor no iba a ser para siempre, lo nuestro
iba a ser el amor más importante que yo pueda tener en mi vida, dicen
que lo bueno dura poco y lo nuestro quizás fue eso, algo bueno que duró
poco. Un secreto a voces que los dos callabamos pero que yo siempre
quise gritar.
Ahora, estoy en un café, ya no es tu voz la que me habla, ya no escucho
tu tonada, no son tus ojos intensos en los que siempre caía hechizada
los que tienen esa mirada pero estos ojos, que me ven ahora, en los que
estoy reflejada, tienen un brillo que los tuyos ya no tenían. Son estos
ojos los que ahora se llevan mi atención.
Y el dueño de esa mirada es el que ahora me tiene atrapada, el que me
quiere sin importar mi pasado, ni mis locuras. El dueño de esa mirada es
el que ahora me tiene encantada
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