Es
totalmente inexplicable la ansiedad que tuve estos últimos días desde que supe
que él volvería, sabía que lo iba a volver a ver y eso me llenaba de nervios
pero sobre todo de ansiedad. Después de lo que había sido la primera vez, no
veía la hora de tenerlo de nuevo conmigo, y esta vez iba a ser bastante más
diferente, había mucha más confianza que la que había en nuestro primer
encuentro y nuestros respectivos sentimientos ya eran conocidos por ambos, por
lo que no había nada que ocultar ni nada que temer.
Hacía
días que llevábamos hablando de su regreso y de las ganas que teníamos, ambos,
de volver a estar juntos, aunque esta vez no estaríamos solos. Él había llegado
a Bs. As. con Florencia otro chica de la página que también coordina y es
cordobesa como él. Ambos venían para ver el partido de River ante Estudiantes
por la Copa.
Llegaron
temprano a la mañana, afortunadamente él me tuvo al tanto de todo. Cuando salió
de la terminal, cuando llegaron, lo que hacían y cuando estuvo listo para
que lo fuera a ver.
La suerte
ese día estuvo de mi lado, se alinearon los planetas, y la charla que tenía
programada en la facultad, a la cual era obligatorio asistir, se suspendió por
algún motivo que poco me importó, por lo que tendría más tiempo para pasar
junto a él.
Con mi
famosa excusa de hacer el tp de Campolongo, una vez más, bendito trabajo de la
facultad que me salva, me fui a verlo, aunque esta vez cambiaba el lugar del
encuentro. Lo iría a ver al hotel en el que estaba pasando los dos días que se
quedaría acá. Era un lugar muy bonito, un hotel chiquito, más bien un hotel,
con dos pisos y algunas habitaciones. Un jardín dónde pasamos poco tiempo y
hasta pileta.
Cuando
llegué, le mandé un mensaje al celular para que saliera a abrirme la puerta.
Cuando lo vi, creo que tuve la sonrisa más grande que pude haber tenido en
mucho tiempo. Primero me dio un beso en la mejilla, me abrazó y hablamos un
rato. Sin embargo, de pronto, me miró y me robó un beso, en ese momento me
quedé helada, me puse nerviosa, no sabía qué hacer, pero estaba segura que no
quería rechazarlo. Sencillamente me encantó! El beso más hermoso que nadie
me había dado jamás.
Yo estaba súper nerviosa, no pensé que iba a ser
tan directo, que iba a ir derecho a mi boca, aunque lógicamente se lo agradezco
porque me encantó. Ahí estuvimos, en la puerta del hotel besándonos como media
hora o más sin parar, casi éramos una sola persona.
Los autos pasaban, pasaba la policía caminando
por la misma vereda, pasaban los hinchas que empezaban a llegar a la cancha y
nosotros como si nada, besándonos apasionadamente. Me sentía la chica más feliz
del mundo! Estaba con el chico más hermoso que Dios pudo haber puesto en mi
camino, al que amaba pese a todo, y no podía sentir más que felicidad.
Si por mi hubiera sido me quedaba todo el día
pegada a su boca, no me importaba más que tenerlo conmigo, que me abrace y me
bese.
Aunque lógicamente, había un problema, él no
estaba solo, estaba Flor que no sabe absolutamente nada de nosotros por lo que
todo teníamos que hacerlo con extremo cuidado de que no nos viera. No besarnos
cerca de la ventana, nada de darnos la mano ni cosas muy tiernas. Aunque para
mi el solo hecho de que yo estuviera ahí ya era raro. Él me lo negó y me
dijo que todos los querían conocer y que le había dicho eso a Flor y que por
eso yo estaba ahí. A mi me resultaba poco creíble que le dijera eso pero se
encargó de aclararme que otros chicos de la página también querían
conocerlos.
La cuestión fue que estuvimos un montón de tiempo
besándonos ahí en la puerta, hasta que salió la dueña del lugar y nos invitó a
entrar, mientras seguíamos esperando a Flor (que creo que no lo aclaré pero es
amiga de su última ex por lo que también había que tener cuidado).
Finalmente entré al hotel, allí la conocí a Flor
un amor de persona, súper divertida y simpática. Hablamos, horas y horas y
horas, de todo de la vida, nos conocimos un poco más pero siempre con Flor en
el medio. Sólo tuvimos una oportunidad de estar a solas otra vez y fue cuando
ella subió a la habitación para prepararse para el partido. Ahí, nos volvimos a
besar, con esa boca hermosa que tiene me quería quedar todo el tiempo pegada a
sus labios sintiendo su respiración y como nuestros corazones se aceleraban. En
ese momento, como le confesaría después, desaparecía el mundo, no me importaba
nada más que él, que tenerlo conmigo.
Finalmente cuando ella bajó, los acompañe hasta
el estadio, fue muy incómoda la situación de tener que despedirlo con un beso
como si nada después de todo lo que había pasado antes, pero estaba Flor
ahí y por el momento no teníamos ganas de que supiera todo. Así que me despedí
de ambos sin saber cuándo volvería a verlo y me fui a mi casa. Pensando en lo
feliz que había sido estando a su lado y en lo mucho que me gustaba pasar
tiempo con él, porque realmente me hace feliz y pese a todo, lo amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario